Nos encontramos hoy en el término municipal de Villanueva de Alcorón, Guadalajara, en pleno corazón del Parque Natural del Alto Tajo. A unos 5 km de Peñalén, se encuentra la Sima de Alcorón, una fabulosa obra de la naturaleza que, en la actualidad, se encuentra plenamente acondicionada para facilitar su visita.
La filtración de agua de lluvia ha horadado el páramo calizo durante siglos, dando lugar a diferentes elementos kársticos, entre ellos, numerosas cuevas y simas, como la que hoy nos ocupa.
Se trata de un auténtico pozo natural de aproximadamente 90 metros de profundidad al que podemos descender fácilmente al estar acondicionado con escalones de piedra y barandilla.
El descenso hasta el pilón que recoge el agua que cae de la pared desde lo alto de una hermosa colada, nos permite disfrutar de las curiosas formas que la acción hídrica ha modelado en sus paredes, bellamente tapizadas en algunos puntos por musgo y líquen y de un bellísimo juego de luces que va cambiando a medida que nuestros ojos se acostumbran a la penumbra y la posición del sol va avanzando en lo alto. Si tenéis la precaución de visitar la sima en período estival o cercano, acercándose al mediodía, el espectáculo que contemplaréis es, sin duda, uno de los más bellos que aquí pueden presenciarse: la elevada humedad del interior de la sima, al ser atravesada por los rayos solares en vertical, crea el efecto visual de un haz luminoso, diríase que cuasi mágico, que consigue llegar hasta el fondo, y rebotando en el agua del pilón, consigue iluminar prácticamente toda la oquedad. Sencillamente, prodigioso.
Nada mejor para concluir esta pequeña aventura que un intercambio de impresiones, ya a plena luz, en la estupenda área recreativa que rodea la entrada a la sima: una amplia zona de recreo habilitada en medio de bosque autóctono, con merenderos y hasta un pequeño refugio donde podremos resguardarnos en caso de que la lluvia decida hacer acto de presencia. En definitiva, un lugar más que atractivo para disfrutar en familia.
